Cada autoridad portuaria debe definir los espacios de tierra y agua necesarios para el desarrollo de los usos portuarios, según establece la Ley de Puertos. Las propuestas de ordenación y regulación de la zona de servicio del puerto están detalladas en un documento de consulta indispensable para todos los que intervienen en la modificación física del territorio que nos rodea. El objetivo final es normalizar el paisaje portuario a largo plazo.