Combustibles alternativos

bio-Fuels, e-Fuels o synfuels

El transporte marítimo de mercancías es uno de los sectores complejos de descarbonizar, debido al alto requerimiento de densidad energética resultado de los largos viajes en alta mar. La combustión de recursos fósiles representa alrededor del 70% de las emisiones generadas por la actividad portuaria. Más allá del puerto, el sector marítimo es responsable del 3% de las emisiones globales de GHG.

La fuerte convicción del Port de Barcelona de descarbonizar tanto su actividad cómo la de su hinterland y foreland convierte la implantación de los combustibles alternativos en una prioridad. Existen varios candidatos a combustibles mayoritarios: bio-Fuels (biometano, biodiesel), e-Fuels (amoníaco, metanol) o synfuels y se prevé que el sector marítimo utilizará un mix de estos:

• Bio-Fuels: combustibles generados a través de materia orgánica. Esta puede proceder de cultivos o de residuos, promoviendo de esta forma una lógica de economía circular. El puerto estudia el uso de los residuos generados en su seno e incluso de sus inmediaciones para suministrar una planta de biogás.
   
• e-Fuels: estos fueles tienen cómo principal materia prima la electricidad y el agua, ya que que se generan a través del hidrógeno. Una vez se dispone de hidrógeno existen diversas posibilidades, las dos más relevantes son el amoníaco (NH3) y el metanol. Ambos pueden ser generados con emisiones netas cero si los orígenes de los materiales son verdes. La producción de estos combustibles se prevé en el propio puerto, lo que generaría sinergias con la importante demanda de sus actividades y de su gran potencial fotovoltaico.
   
• SynFuels: esta tercera categoría es un posible camino de los combustibles generados con los dos anteriores, en el que se les somete a un proceso de síntesis para conseguir un producto equivalente a los usados en la actualidad, pero con emisiones neutras. El puerto participa en el proyecto SuPort, en el que se desarrolla un proceso innovador de generación de synfuel que aprovecha las aguas residuales.

La implantación de nuevos combustibles es una tarea compleja, como se ha demostrado en la adopción de GNL como combustible de transición. Se necesitan infraestructuras, servicios especializados, almacenamiento, distribución, operativa y, sobre todo, protocolos de seguridad. Todos estos se verán desarrollados en línea con la ambición del Puerto de establecer Corredores Verdes de Mercancías.

Por otro lado, la disponibilidad de estos combustibles será escasa inicialmente y por eso el Port de Barcelona quiere ser de los primeros en estar preparados para atraer a todos los actores de la cadena, tanto para suministrarse de productores exteriores cómo para implantar instalaciones de producción en el propio puerto.

GNL, combustible de transición

¿Por qué el gas natural?

Entre otros motivos, porque reduce en un 50% las emisiones de óxido de nitrógeno (NO_x) y no emite partículas de óxidos de azufre. El gas natural licuado (GNL) es la alternativa más limpia promovida por la Unión Europea con su Estrategia de Combustibles Alternativos para buques, vehículos pesados y maquinaria de terminal. El uso del gas natural permite, además, diversificar las fuentes energéticas y reducir la dependencia del petróleo.

Líderes en abastecimiento

El GNL no solo es una solución para mejorar la calidad del aire de nuestro entorno, sino también una oportunidad para posicionar el Puerto en las grandes rutas de comercio cubiertas por buques que lo utilizan como combustible de propulsión. La planta de regasificación del puerto garantiza el suministro y lo convierte en el principal hub de bunkering de GNL a buques en el Mediterráneo.

Objetivo descarbonización

El Port de Barcelona se adhirió en julio de 2018 al programa World Ports Climate Action Plan (WPCAP), iniciativa en la que participan los principales puertos del mundo y que tiene como objetivo promover e impulsar en el sector portuario y marítimo la descarbonización de su actividad.

Una de las principales iniciativas de este programa es apoyar y facilitar los desarrollos tecnológicos de nuevos combustibles que no emitan carbono y, además, emitan muy bajos niveles de contaminantes a la atmósfera.