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Carta de la Presidencia

La memoria 2020 del Port de Barcelona es, sin duda, reflejo de un año que ha girado el mundo del revés. Era difícil llegar a imaginar que podríamos vivir una pandemia como la que hoy nos marca el día a día. El año 2020 ha sido especialmente difícil, tanto para el comercio internacional como para la economía y la sociedad en su conjunto. El Port de Barcelona no ha sido ajeno a estas dificultades, y ha reflejado la situación económica generada por la covid-19.

Carta completa

Desde el inicio de la pandemia hemos estado al lado de la Comunidad Portuaria, tomando medidas contundentes para parar el golpe. Dos días antes del inicio del estado de alarma anunciamos las primeras medidas económicas de ayuda -la no penalización a las terminales en caso de no cumplir con los tráficos mínimos comprometidos y la flexibilización en el pago de la tasa de empleo-, priorizando siempre que las empresas pudieran seguir desarrollando su actividad.


Después, han venido más medidas económicas y hemos llegado al final del año habiendo ofrecido un claro apoyo al tejido industrial, tanto a como a nuestros clientes y empresas que operan a diario en el Port de Barcelona. El Plan Económico de Choque que pusimos en marcha pocos días después del inicio del estado de alarma ha supuesto, por un lado, la liberación de 84 millones de euros de liquidez en aplazamiento de pagos de tasas portuarias y en adelanto de pagos a proveedores. Y, por otro, hemos dejado de ingresar 7,5 millones de euros en concepto de tasa de ocupación y de tasa al buque, un ahorro directo para las empresas de la Comunidad Portuaria. Además, hemos desarrollado un Plan de Recuperación, con el objetivo de impulsar nuevamente la economía del Port y de nuestro hinterland mediante la recuperación de tráficos, la detección de nuevas oportunidades y la innovación.


Todos los que formamos parte del Port de Barcelona somos conscientes de que somos un motor económico esencial. Nuestra misión es generar prosperidad a la comunidad, incrementando la competitividad de nuestros clientes mediante la provisión eficiente y sostenible de servicios logísticos y de transporte. Por ello, ayudamos al tejido empresarial y, en definitiva, a toda la sociedad contribuyendo a la reactivación económica para salir lo más rápidamente posible de la situación actual.


A pesar de nuestros esfuerzos por mantener la actividad en niveles aceptables, los tráficos portuarios de 2020 se han visto muy impactados por el frenazo de la economía durante los primeros meses de pandemia. Sin embargo, a partir del mes de julio se empezó a ver una recuperación continuada, especialmente en las exportaciones. Durante todos estos meses, el Port ha evolucionado de forma paralela al sector industrial del país, que ha mostrado una gran resiliencia. Esto nos ha permitido terminar el año 2020 con una clara recuperación de los tráficos de contenedores, lo que significa que el comercio internacional se mantiene y que los mercados siguen funcionando.


Si bien es cierto que la pandemia nos ha hecho centrar buena parte de los esfuerzos en buscar soluciones imaginativas para ayudar a la economía, no lo es menos que durante todo el año 2020 hemos tenido muy presentes las dificultades por las que pasa la población en un momento de crisis como el actual. Por este motivo, los profesionales del Port de Barcelona hemos trabajado durante el ejercicio para seguir adelante con nuestros proyectos de sostenibilidad social y de sostenibilidad medioambiental, porque en el Port de Barcelona estamos totalmente alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas a través de diferentes acciones en marcha, como se puede comprobar en esta Memoria 2020. Y porque avanzar en la transición energética y en la innovación es una de las palancas que nos hará mantener nuestro liderazgo en el sector portuario internacional y diferenciarnos de nuestros competidores. La digitalización y la innovación son las dos herramientas principales de las cuales hacemos uso en el Port de Barcelona para incrementar nuestra competitividad, mejorar nuestros servicios y mantener un crecimiento sostenible, favoreciendo el surgimiento de una economía y una forma de vida más igualitaria y inclusiva.


Uno de los hitos más importantes de 2020 ha sido la aprobación provisional del IV Plan Estratégico del Port de Barcelona, ​​documento que fija las líneas de trabajo que, una vez desarrolladas, harán posible un modelo de puerto que garantice la sostenibilidad social, medioambiental y económica de la actividad portuaria y de su área de influencia.


Para conseguir hacer realidad este modelo de puerto hemos iniciado un camino que nos llevará a una diferenciación de la oferta portuaria y de la actividad para fortalecer nuestra resistencia ante las crisis globales y sectoriales; priorizaremos los proyectos de elevada rentabilidad económica; seguiremos trabajando en acuerdos de colaboración con operadores globales potentes y en el establecimiento de acuerdos a nivel local; mejoraremos nuestra orientación al cliente; apostaremos por la gestión autónoma y dinámica de los elementos críticos para la competitividad del Port; profundizaremos en la seguridad, la prevención y el control de personas, mercancías e instalaciones; y estaremos muy atentos al medio ambiente, liderando la descarbonización del transporte y de la logística.


La aprobación de este Plan ha sido una de las noticias positivas de 2020, pero hemos tenido otras. Una de ellas, muy esperada: el ansiado anuncio de que, por fin, se desatascaba la construcción de los nuevos accesos viarios y ferroviarios al Port de Barcelona. El 7 de octubre, el Ministerio de Fomento, la Generalitat de Catalunya, ADIF, Puertos del Estado y el Port de Barcelona firmábamos el protocolo de colaboración que impulsa la construcción de los nuevos accesos sur, viario y ferroviario, y ya se está trabajando en los estudios previos y el proyecto básico necesarios para poder suscribir los instrumentos jurídicos o convenios necesarios para su desarrollo. También hemos conseguido desatascar otro proyecto muy importante para dar aún más impulso a nuestra apuesta por la intermodalidad: la construcción de los apartaderos de 750 metros en el Corredor Madrid-Zaragoza-Barcelona.


En el ámbito internacional, a finales de septiembre hemos anunciado un acuerdo con la Autoridad Portuaria de Busan para impulsar conjuntamente un centro logístico en Barcelona, ​​que proporcionará una plataforma logística estable a las empresas que hagan negocios entre el nordeste asiático y el sur de Europa. En medio de la pandemia mundial de covid-19, los puertos de Busan y Barcelona hemos puesto sobre la mesa un proyecto que es único en el mundo, porque es la primera vez que dos puertos harán realidad una plataforma de este tipo.


Y en cuanto a nuestras sinergias con la ciudad, el mes de julio hemos hecho pública nuestra intención de trasladar el Green Deal europeo al ámbito más ciudadano del Port de Barcelona, ​​a la vez que mantenemos su singularidad y su papel clave para el crecimiento sostenible de la capital catalana. Así, haremos un Port Vell más amplio y más verde, en el que pondremos nuevos espacios públicos a disposición de la ciudadanía y dibujaremos un puerto-ciudad que se desarrolle de manera sostenible, que sea culturalmente atractivo y un referente en innovación. En definitiva, que se convierta en un foco de conocimiento y talento en el sector náutico y marítimo.


Todos estos proyectos demuestran que el Port de Barcelona no se detiene. Ni siquiera en medio de una pandemia. Y es un mensaje que nos debe servir a todas y todos de cara al futuro: no podemos estar parados. En los momentos más difíciles tenemos que seguir adelante para cumplir nuestro reto y nuestro compromiso con la sociedad.