Nuestra intención al unificar contenidos no es otra que poner de manifiesto la búsqueda del compromiso total de la Comunidad Portuaria de Barcelona con el desarrollo sostenible desde una perspectiva amplia, que abarca tanto el ámbito medioambiental como el social y el económico.

Hoy, el Port de Barcelona es el principal hub logístico del sur de Europa y del Mediterráneo y mueve cada año mercancías por valor de más de 86.000 millones de euros. El Port y su Comunidad Logística-Portuaria están integrados por 450 empresas y 41.000 trabajadores y por sus instalaciones pasa más del 80% del comercio marítimo de Cataluña y el 22% del Estado.

Somos una herramienta para la internacionalización de las empresas, que las hace más competitivas en cuanto que facilita las operaciones de importación y exportación. Uno de los objetivos prioritarios es, por lo tanto, ayudar al sector económico facilitando las actividades comerciales y logísticas de forma sostenible. Pero no podemos trabajar en el presente sin tener en cuenta los efectos sobre el futuro. Por eso, utilizamos la digitalización para ser un puerto inteligente, un puerto smart, y avanzar hacia la transición ecológica. Estos son dos aspectos claves para encarar los retos de futuro.

Es importante recordar también que en esta Memoria 2019 queremos hacer patente que el Port de Barcelona en su conjunto, liderado desde la Autoridad Portuaria, tiene alineadas sus estrategias con los Objetivos de la Agenda 2030 establecidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Asumimos nuestro compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) desarrollando una serie de acciones, recogidas en esta publicación, para favorecer el surgimiento de una economía y una forma de vida más igualitarias, inclusivas y sostenibles.

En la Cumbre de Desarrollo Sostenible del año 2015, los 193 estados miembros de la ONU llegaron a un consenso respecto a la nueva agenda de grandes retos mundiales. El documento “Transformar nuestro mundo: la Agenda de 2030 para el Desarrollo Sostenible”, que fija 17 ODS y 169 metas, tiene que servir de plan de acción para que la comunidad internacional y los gobiernos nacionales promuevan la prosperidad y el bienestar común en los próximos años.

Los ODS se centran en los tres elementos del desarrollo sostenible que, interconectados, son a la vez los ejes sobre los que se articula el III Plan Estratégico del Port, en vigor, y también esta Memoria: crecimiento económico, inclusión social y protección ambiental.

En los últimos años, en la Comunidad Portuaria han ganado protagonismo las políticas destinadas a aportar valor añadido a nuestros servicios, también valor ambiental y social, en línea con los ODS. Y uno de los proyectos más relevantes en este sentido es el que nos permitirá lograr nuestro objetivo de convertirnos en un puerto neutro en emisiones de carbono, un valor añadido que podrán sumar nuestros clientes a sus cadenas logísticas para reducir su huella de carbono.

Este proyecto no es otro que el Plan de Electrificación de Muelles que, con una inversión aproximada de 60 millones de euros, nos permitirá reducir desde ahora y hasta el año 2030 más del 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la actividad portuaria. Y no solo esto. Con la electrificación de los muelles, que permitirá la conexión eléctrica de los barcos que llegan al Port de Barcelona, en 2030 habremos reducido un 51% las emisiones en óxidos de nitrógeno y un 25% las de partículas en suspensión

El impulso de la intermodalidad, estrategia iniciada ya hace unos años, es otro de los aspectos en los que trabajamos para hacer de la operativa portuaria una actividad cada vez más sostenible. La intermodalidad significa potenciar los modos de transporte menos contaminantes, como el marítimo y el ferroviario, escogiendo la solución óptima para cada envío. Fruto de esta política emprendida por el Port de Barcelona, en 2019 se ha mantenido la evolución positiva de las mercancías transportadas por los servicios de transporte marítimo de corta distancia, incluidas las Autopistas de Mar, sumando más de 410.000 unidades de transporte intermodal (UTI). También se ha mantenido la cuota del transporte ferroviario, que ha llegado al 13% en el caso de los contenedores y al 35,5% en cuanto a los vehículos. Esta estrategia de impulso intermodal nos ha permitido reducir las emisiones de la actividad portuaria y mejorar la calidad del aire del entorno: en 2019 pudimos ahorrar 50.000 toneladas de CO₂.

En esta línea, uno de los aspectos más destacados para el Port de Barcelona en 2019 ha sido el refuerzo de nuestra adhesión al Pacto Mundial y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible mediante una reunión de trabajo celebrada en enero que tuve el placer de compartir con el presidente de la Red Española del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, y en la que se trató sobre diferentes fórmulas para que la instalación catalana siga profundizando en el desarrollo sostenible de la actividad portuaria y de su entorno.

El Port de Barcelona hace una firme apuesta por la sostenibilidad y en la nueva década destinará muchos de sus recursos, tanto económicos como humanos, al desarrollo de proyectos relacionados con la actual emergencia climática. Europa ha iniciado el camino para convertirse en el primer continente climáticamente neutro en 2050, un Green Deal del cual el Port de Barcelona ni puede ni quiere mantenerse al margen.