El Port de Barcelona invertirá 110 millones de euros en su proyecto Nexigen para descarbonizar la actividad portuaria y mejorar la calidad del aire. De este total, 90 millones de euros corresponden a las inversiones que se harán en los sistemas OPS (onshore power supply) para conectar los barcos a la red eléctrica general una vez estén atracados, utilizando energía limpia con certificación de origen 100% renovable. Los 20 millones de euros adicionales son necesarios para desplegar la red que incluye la Subestación Puerto, la conexión en alta tensión en la Subestación Ronda Litoral de Red Eléctrica y el despliegue de la red de media tensión por todo el recinto portuario.
El objetivo es que en el 2030 el Port de Barcelona tenga electrificados todos los puntos de atraque de los cruceros, el muelle Prat, y las terminales de ferris de la dársena de Sant Bertran y el muelle de Costa, eliminando 66.000 toneladas de CO2 y 1.234 toneladas de NOx de las emisiones de la actividad portuaria. A largo plazo, la electrificación de los muelles del Port de Barcelona será una pieza clave para alcanzar el objetivo de ser un puerto climáticamente neutro en el 2050.
La electrificación de los muelles es un proceso complejo y que requiere de tiempo para su desarrollo. Se instalarán 240 kilómetros de cable y se harán 20,5 kilómetros de canalizaciones hasta las terminales. Las previsiones del Port de Barcelona son hacer las primeras conexiones eléctricas de barcos en la terminal de contenedores BEST y en la Terminal Ferry de Barcelona entre finales de 2023 y principios de 2024.