La proximidad de los puertos a las aglomeraciones urbanas, que son los receptores más sensibles de las afecciones de la actividad portuaria (calidad del aire, mejora de las aguas litorales, molestias por ruido, congestión por movilidad inducida,..), y la necesidad de asegurar el crecimiento futuro de la actividad y superficie portuaria en entornos muy urbanizados y con una elevada competencia de uso, ha hecho que todos los grandes puertos hayan mejorado su desempeño ambiental y hayan dedicado atención a los problemas medioambientales derivados de su actividad.

Sin embargo, en un contexto cada vez más globalizado, los puertos se enfrentan a nuevos retos como es el caso del cambio en importancia de las grandes rutas comerciales, la creciente competencia entre puertos para captar nuevos tráficos y mover más mercancía y la necesidad de aumentar la eficacia de la cadena de transporte de mercancía que afecta de forma importante a los puertos.

Por su parte, la industria naviera también debe adaptarse de forma muy rápida a la nueva normativa ambiental que aplica a los buques, particularmente a los nuevos y estrictos límites de emisión de gases contaminantes y partículas en cumplimiento del Anexo VI del Convenio Marpol.

Por estos motivos, los puertos deben adaptarse a este nuevo contexto comercial y de normativa ambiental mejorando la eficacia y eficiencia de sus servicios y actividades (puerto sin papeles, servicios portuarios ágiles, …), aumentando sus calados para poder dar servicio a los nuevos buques de mayor tamaño, proveyendo superficies complementarias para actividades logísticas, sacando provecho de los nuevos desarrollos de las tecnologías de la información para modernizar sus servicios y actividades y, en definitiva, diferenciándose de los otros puertos en dos ejes de modernización: el smart port y el  puerto sostenible.

En definitiva, la apuesta por la sostenibilidad de los puertos es un elemento imprescindible para garantizar el encaje puerto-ciudad y para asegurar su crecimiento futuro, pero también para contribuir a su modernización y diferenciación en relación a otros puertos en un contexto de comercio mundial cada vez más globalizado.